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Foto del escritorRoxana De los Santos

Criterios fundamentales para el diseño de folletos

Establecer un mensaje claro y representativo


El primer paso para un folleto consiste en definir el mensaje que se quiere expresar a través de estas piezas. El mensaje es la idea general y básica con la que una compañía quiere que el público la identifique. Es un concepto al que arriba el diseñador luego de investigar sobre una empresa y de entrevistarse con los representantes de marketing. Es necesario que el mensaje cumpla con los objetivos del folleto, que también deben estar fijados con claridad: venta, promoción, lanzamiento de productos, difusión de novedades, presentación institucional, etc. El mensaje es la idea que rige a todo el folleto, tanto en sus elementos gráficos como textuales.



Conocer el tipo de público destinatario


Es vital que el diseñador estudie el tipo de público al que apunta la empresa para la que debe diseñar folletos. Tiene que considerar variables tales como el género, la edad, la pertenencia sociocultural, la profesión y el nivel de educación. Considerando estos aspectos podrá optar por los componentes visuales y verbales más adecuados a los receptores, para a la vez, expresar el mensaje corporativo y generar identificación en las personas. El diseño del folleto debe ajustarse a su público: solo así este conservará el material y se contactará con la empresa.


Contar con textos de calidad


Los folletos, tienen una función informativa y comercial, por lo que el texto es en ellos un elemento central. Debe ser atractivo, claro, informativo, convincente y sintético. Los redactores son los profesionales que trabajan junto a los diseñadores para lograr el éxito del mensaje. Cada palabra elegida tiene que representar la filosofía corporativa. Un texto eficaz es sintético, usa un lenguaje simple y claro, se dirige al destinatario y emplea un determinado grado de formalidad. Solo con frases bien construidas y breves y palabras accesibles a la media se facilitará la lectura de los folletos.


-Volantes

La premisa en este caso es pensar una frase llamativa, recordable, breve y simple, que atraiga a los destinatarios y los haga guardar el folleto. Además, dado el pequeño espacio que suelen tener los volantes, solo se ofrece información básica: nombre institucional, productos y servicios, precios, descuentos, novedades y datos de contacto.


-Dípticos

El texto en este tipo de folletos cumple distintas funciones según el panel en el que se encuentre. En el panel frontal de un díptico se debe incluir el nombre corporativo y una frase que llame la atención del público, para que este abra el folleto y quiera seguir leyendo. El contenido verbal de los paneles interiores tiene que estar muy bien organizado en títulos, subtítulos, párrafos, viñetas y recuadros, para facilitar la lectura y volverla amena. El texto debe ser simple, consistente y breve. Finalmente, en la parte posterior del díptico hay que presentar la información de contacto en detalle.


-Trípticos

En este tipo de folletos también el texto adquiere ciertas características según el panel en que se encuentre. Para atrapar a los receptores hay que colocar una frase llamativa y clara en la cara frontal, junto con el nombre de la empresa. En el primer panel interno, que es el que más se lee, es necesario presentar un texto argumentativo sólido, capaz de persuadir a los lectores de comprar los productos y servicios brindados. Es buena idea incluir aquí la información de contacto, que vuelve a aparecer en el tercer panel exterior. En los paneles segundo y tercero de estos folletos se debe presentar un texto describiendo a la empresa, narrando su historia corporativa, su presente y su proyección a futuro. Nuevamente, el contenido verbal tiene que estar organizado claramente.


Elegir tipografías legibles


Dentro del diseño de folletos un punto clave es elegir las tipografías que faciliten la lectura del texto sobre una empresa. Lo mejor es optar por las fuentes clásicas, tales como Times, Bodoni o Helvética, dado que se leen a la perfección en todos los tamaños y se adaptan a las necesidades de estilo de todas las empresas. Por el contrario, las tipografías de fantasía, alguna veces, resultan confusas. No es conveniente usar más de dos tipografías por folleto, porque esto hace del diseño un caos. Las tipografías deben contrastar con los fondos, para mejorar la legibilidad.


Seleccionar los componentes gráficos más representativos


En el diseño de un folleto es fundamental que los elementos gráficos, formas, líneas, colores, tipografías, fotografías, ilustraciones, marcos y sombreados, representen el estilo de la empresa en cuestión y enfaticen el mensaje verbal. Si los componentes visuales logran armonizarse con los verbales entonces la identidad corporativa se consolidará en la mente del público destinatario. El diseñador gráfico se encargará de seleccionar un número limitado de componentes visuales, para evitar la saturación.


Pensar el diseño en función del tamaño del folleto


El diseñador se ocupa de elegir y disponer los componentes verbales y visuales de un folleto según su tamaño. Tanto para volantes como para dípticos y trípticos, más allá de que sean pequeños o extra grandes, siempre es preciso mantener la simplicidad y evitar la sobrecarga de elementos. Si el folleto es de tamaño reducido, entonces habrá que maximizar la simplicidad para aumentar la claridad. Si el folleto es de tamaño impactante, será necesario desarrollar un diseño que explote ese atractivo.


Considerar la función de cada panel


En general los folletos están organizados en paneles: los volantes doble faz, los dípticos y los trípticos. En cada uno de estos tipos de folletos los paneles cumplen con una función específica que hay que considerar para diseñar.


Volantes doble faz

Para llamar la atención a los receptores de un volante hay que diseñar una cara frontal sumamente atractiva. Esta debe incluir una frase clara y apelativa, el nombre de la empresa, el logo corporativo, imágenes pertinentes y llamativas, colores vivos que destaquen la información y formas sugerentes. El reverso suele diseñarse con colores suaves o en blanco y negro. Allí se presenta la información de contacto y cualquier otro dato extra. Lo fundamental es que haya unidad gráfica y verbal entre las dos caras de un volante.


Dípticos

Este tipo de folletos cuenta con cuatro paneles y en su diseño es fundamental que haya coherencia gráfica y verbal para lograr una pieza contundente. Así, en las cuatro caras constitutivas se debe mantener una armonía cromática, el mismo estilo de líneas y formas y el mismo criterio de diagramación. Nuevamente, el panel frontal es el anzuelo para atraer a las personas y hacerlas que sigan leyendo el folleto. El diseño debe ser de gran impacto, por ello debe contar con una frase sugerente e imágenes atrapantes, el logo y el nombre de la compañía.

Los dos paneles interiores deben tener el estilo elegido para el exterior. De todos modos, una buena idea es pensar un detalle original para cada panel que resalte la información específica brindada y rompa la monotonía. Dado que estos folletos suelen funcionar como catálogos, es preciso disponer imágenes de los productos, sus precios y descripciones. Por último, en el panel del reverso se coloca la información de contacto, dentro de recuadros o resaltada con colores, para que las personas la identifiquen rápidamente.


Trípticos

En este caso también se impone la regla básica de pensar un diseño homogéneo para los paneles interiores y exteriores. El diseñador gráfico decidirá qué elementos gráficos darán unidad al folleto: colores, líneas, formas, imágenes, tipografías y modo de diagramación. Creando una totalidad armónica el público no olvidará la imagen de una empresa. El panel frontal de un tríptico debe ser llamativo y visualmente atractivo para que la gente guarde el folleto consigo.

Para que un diseño de trípticos sea efectivo es necesario que el texto, clave en este tipo de folletos, esté dispuesto con equilibrio y mucho espacio en blanco, ya que esto garantiza la lectura. El texto se distribuirá en los tres paneles interiores, junto con ilustraciones, fotografías, cuadros, infografías y recuadros, herramientas para favorecer la rápida comprensión.


Decidir el tipo de corte de los folletos


Los folletos convencionales tienen un corte recto, también llamado ortogonal, dado que es el más práctico, el más barato y el que se encuentra en todas las imprentas. Sin embargo, también existen cortes con formas diferentes: diagonales, curvos, triangulares, etc. Un folleto con un corte así puede resultar más original, pero hay que saber que para cortar irregularmente se necesitan máquinas específicas que aumentan los costos. También hay que verificar que un corte extraño no haga del folleto una pieza poco práctica.


Definir el plegado de dípticos y trípticos


Teniendo en cuenta que el plegado es el rasgo característico de los dípticos y trípticos, es importante que el diseñador defina junto a los representantes de la empresa en cuestión qué opción elegir. Cada tipo de pliegue define paneles con cierta forma, lo que, claramente condiciona el diseño y la disposición de los elementos. Un díptico normal se dobla a la mitad y resulta como un libro. Dos posibilidades más originales para este tipo de folletos es, por una parte, el plegado diagonal y por otra, el plegado al medio pero sin que los paneles coincidan totalmente.

Un tríptico convencional es aquel folleto que está doblado como un rollo plano. De todos modos, los diseñadores muchas veces exploran otros tipos de pliegues. Hay trípticos que se pliegan como una zeta y permiten jugar a lo largo del folleto. Otra opción es plegar la hoja como una puerta de dos partes, con dos paneles al frente que invitan a seguir leyendo. Las posibilidades pueden multiplicarse según la imaginación de cada diseñador, siempre que se obtengan folletos que puedan manipularse sin problemas.


Considerar si el papel tiene terminación o no


El papel cumple un rol fundamental en la concreción del diseño de los folletos, por eso es conveniente tener en cuenta si este tiene terminación o no, en tanto será un factor que incidirá en el resultado final. La terminación es la cobertura de minerales y arcilla que tienen algunos papeles para dar más resistencia y belleza a las piezas gráficas. Para la impresión de dípticos y de trípticos lo más común es utilizar papel ilustración o cartulina, con terminación brillante o mate. En cambio, para los volantes lo normal es imprimirlos en papel sin acabado, para abaratar costos.

Los diseñadores expertos saben que del papel depende el modo en que se verán las imágenes, el texto y los colores de los folletos. Si un folleto se imprime en papel con acabado brillante, los colores quedarán resaltados y la definición de la impresión será excelente. Si se imprime en papel con terminación mate, los colores no tendrán tanta vitalidad, pero el texto se leerá a la perfección. Por último, si un folleto se realiza en papel sin acabado, los colores se opacarán y la impresión perderá definición.


Decidir si se incluye laminado o no


El laminado es una capa de plástico que recubre el papel una vez impreso, para hacerlo más resistente y llamativo. Es importante pensar de antemano si los folletos van a contar o no con laminado, ya que esto incidirá en cómo se verán las imágenes y el texto. Los folletos con laminado brillante lucirán fantásticos, con colores revitalizados y excelente legibilidad. Si se opta por un laminado mate hay que considerar que los colores se opacarán un poco, aunque la legibilidad aumentará.

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